En una era digitalizada, donde la sociedad está cada vez más saturada, los consumidores buscan que las marcas los hagan vivir experiencias con sus productos y/o servicios.
Una marca nos recuerda nuestras experiencias, sensaciones, personalidad e incluso a nosotros mismos.
Y de eso se trata, de ser parte del día a día de los consumidores y contar una historia que logre la identificación hacia la marca.
Esto se hace a través de una marca confiable, congruente en lo que dice y lo que hace, que sabe comunicar, transmitir sus valores, personalidad y que con ellos, va desarrollando un vínculo con su consumidor.
Un vínculo emocional es perdurable, con esta relación una marca puede trascender a sus productos y lo más importante, lograr clientes satisfechos, fieles y que recomiendan la marca.
Share